Erik Wisén (1889-1978) en la Guerra Civil

Erik Johan Sixten Wisén (Estocolmo, 25 de diciembre de 1889-Torremolinos, 1978) fue el encargado de negocios sueco en España durante la Guerra Civil Española. Se licenció en Derecho en 1913. Fue nombrado agregado en el Ministerio de Asuntos Exteriores en 1920. Su carrera diplomática fue en ascenso con puestos como secretario de legación en Constantinopla en 1922, vicecónsul en Londres en 1925 y Shanghai en 1926, cónsul en Hamburgo en 1934, consejero comercial en Madrid y Lisboa en 1935, y agregado comercial en funciones en España 1936-39.

Guerra Civil Española (1936-1939)
Erik Wisén jugó un papel clave durante la Guerra Civil Española, como agregado comercial interino de Suecia. Informó al gobierno sueco durante todo el conflicto y existen documentos detallados con el análisis de Wisén sobre la guerra.

El estallido de la guerra civil española sorprendió al ministro sueco en Madrid, Ivar Danielsson, en Lisboa. Danielsson estaba acabando su misión en España y en su ausencia, fue el secretario de la legación Erik Wisén, que estaba destinado en San Sebastián, quien tuvo que coordinar la información que se mandaba a Estocolmo.

Sus primeros informes, basados ​​en información de los cónsules suecos en España, describían la situación en muchos lugares como «bárbara». Los informes de Wisén describirán cómo el gobierno republicano electo está controlado por asesores comunistas rusos, lo que conocía bien gracias a que su mujer era rusa de origen 1.

Wisén fue muy crítico tanto del levantamiento fascista como del colapso democrático durante los años republicanos que precedieron a la guerra civil. En su primer informe trimestral después del estallido de la guerra, Wisén escribe que se esperaba un levantamiento fascista, pero no que se convirtiera en una guerra civil en toda regla. Escribe que los propios dirigentes fascistas se sorprendieron por la resistencia de los frentepopulistas y predijo ya en el otoño de 1936 que la guerra sería larga.

En uno de sus informes, Wisén aclara que los bombardeos fascistas sobre ciudades españolas se llevan a cabo desde alturas tan elevadas que es prácticamente imposible distinguir entre objetivos militares y civiles. Al mismo tiempo, critica a las autoridades republicanas, que no dudaron en ubicar fábricas de bombas en los mismos barrios donde vivía una parte importante de la población.

Compatriotas rescatados
Aparte de información, Wisén desempeñó un papel crucial en la evacuación de ciudadanos suecos a través de Valencia, al comienzo del conflicto. Posteriormente mediaba en varias situaciones en las que diplomáticos suecos fueron condenados a muerte, entre otras cosas.

Su esposa Alexandra también jugó un importante papel humanitario durante la guerra. Entre otras cosas, en 1938 fundó un hogar y un comedor para niños pequeños en la comunidad catalana de Teyá. Georg Branting, hijo de Hjalmar Branting, con quien el matrimonio Wisén mantenía una estrecha relación, donó 10.000 coronas suecas a la casa.

Viaje a Cuba
Wisén informó desde Barcelona durante los últimos meses de la guerra. Tras la victoria de Franco, viajó con su esposa Alexandra a Cuba, donde sirvió inicialmente como consejero de legación y agregado comercial interino, y en 1948 como ministro.

Erik y Alexandra Wisén Loviaguine en Cuba, tras huir de la guerra española. Se casaron en 1926

De 1950 a 1953, Wisén fue enviado en Addis Abeba y enviado en activo hasta 1956, cuando se jubiló a la edad de 67 años.

Jubilado en Torremolinos
Tras su jubilación, Erik y Alexandra regresaron a España y se establecieron en Torremolinos, donde Alexandra murió de una hemorragia cerebral en febrero de 1962. Erik sobrevivió a su esposa 16 años y murió de un ataque cardíaco en mayo de 1978 en Montemar, a los 89 años. Descansan en la tumba número 582 del Cementerio Inglés de Málaga.

  1. Los informantes daneses, a su vez, describieron a Madrid como un régimen soviético donde prevalecía la anarquía total.

Carl Ivan Danielsson (1921-1936)

Carl Ivan Danielsson (Le Havre, 1880-Nogaredo, Trentino, 1963) fue embajador de Suecia en España hasta el verano de 1936. Fue embajador dos veces (1921-1922) y 1926-1936. Fue cesado por Azaña en el verano de 1936, al parecer.

El Ministerio sueco de Negocios Extranjeros se sintió obligado a aclararle, por medio de Carl Ivan Danielsson, cuál era la política sueca de neutralidad y a recordarle la falta de simpatía que el país escandinavo sentía por el fascismo. A Andrés Åkerman, hombre de contacto de la clase empresarial sueca con la España de Franco, y hombre clave en las presiones ejercidas por ésta frente a su gobierno para tratar de conseguir un intercambio de agentes comerciales y finalmente el reconocimiento oficial del nuevo régimen.

Tres grabadores suecos (Buenos Aires, 1925)

Tres grabadores suecos. Anders Zorn, Ferdinand Boberg y Hjalmar Molin (Catálogo de la exposición realizada en Buenos Aires (Nordiska Kompaniet, Florida 101, c. 1925). 24 páginas sin numerar. Ilustrado con 15 reproducciones de obras.

Textos de Eduardo Blanco-Amor, Antonio Pérez Valiente de Moctezuma y Enrique de Leguina.

El Kungsholm fue un buque construido para la naviera sueca Swedish American Line y fue el primer barco de esta compañía diseñado para ser usado tanto como buque de línea como crucero.

La tarjeta postal dice: «El nuevo transatlántico de motor de lujo «Kungsholm» 20,000 toneladas de registro. Línea directa de Nueva York a Gotemburgo. Travesía 8 1/2 días.

Dagmar Dadie-Roberg (1930)

Dagmar Dadie-Roberg (Estocolmo, Suecia, 1897-1967) fue una escultora sueca que se estableció en París a los 14 años de edad tras efectuar un viaje de estudios a Dinamarca. Su taller se encontraba en la «Ville Seurat» de París, ciudad a la que concurría anualmente a los Salones de Otoño.

En 1930 realizó una exposición monográfica de sus esculturas en las galerias Layetanas de Barcelona. Dicha muestra viajaría posteriormente a los salones del Círculo de Bellas Artes de Madrid. La exposición consistió en veinticuatro esculturas de granito, terracota, yeso y bronce.

José G. Quijano (1957-1963)

José G. Quijano fue gerente de la Spanska Turistbyrån (Smålandsgatan 11) durante 6 años (1957-1963), con el embajador Zulueta.

Familia en Suecia 1.

1957-1959
DN, 6 octubre 1957, 36. Conversation Club. Internationell Språkkclubb (Sveavagen 71. Restaurant Corso). «Come with me round Spain».

11.10.1957. «Andalucía en la Historia de España».

1960-1963
3 marzo 1960. «Una región española: Andalucía» (Borgarskolan, lilla salen, 20:15)

12 marzo 1961. «El pueblo español» (Borgarskolan, lilla salen)

DN, 18 abril 1961.

23 noviembre 1961. «Caminando por España» (Borgarskolan, lilla salen)

12 marzo 62.


22 marzo 1962. «El valle del Turia» (Borgarskolan, lilla salen)
8 marzo 1963. «Andalucia, hoy» (Borgarskolan, lilla salen)

DN, 20 mayo 1963

  1. 26 marzo 1960 hijo. El 22 mayo 1961 tuvo una hija con su mujer María Luisa.

Los hermanos Elhuyar y el wolframio (1783)

Juan José y Fausto Elhuyar revolucionaron la ciencia desde un pequeño pueblo de Guipúzcoa al ser los primeros en aislar el wolframio, un elemento metálico que ha sido decisivo en el avance de la ciencia moderna y la tecnología.

Este nombre [el de volfram] le corresponde mejor que el de tungusto o tungsteno, que pudiéramos darle en atención a haber sido la tungstene o piedra pesada la primera materia de que se ha sacado su cal, por ser el volfram un mineral que se conocía mucho antes que la piedra pesada, a lo menos más generalmente entre los mineralogistas, y que el término volfram está ya recibido en casi todos los idiomas de Europa, aun en el mismo sueco. Mudamos su terminación ‘m’ en ‘n’ para acomodar mejor al genio de nuestra lengua las denominaciones de las sales que se formen con esta substancia, llamándolas sales volfránicas.

El germen del descubrimiento del wolframio se sitúa en la estancia de Juan José en Uppsala (Suecia) en 1782, donde aprendió técnicas de laboratorio con Torbard Bergman, uno de los químicos más influyentes de su tiempo. Fue en este lugar donde aprendió sobre el ‘tung sten’ o el ‘lapis ponderosus’ y «tuvo la intuición» de que podría haber algún elemento hasta entonces desconocido en esa «piedra pesada» que era el volfram. Sus presagios se hicieron realidad a su vuelta a Bergara, cuando trabajó en el laboratorio del Real Seminario para lograr el aislamiento del supuesto elemento.