Viola Wahlstedt-Markelius estuvo en España como corresponsal del Social-Demokraten (invierno 1936).
Entró por Alicante a finales de 1936, arregló los papeles (incomprensibles) en Valencia y estuvo 3 semanas en Madrid. Dice que estudió español con discos de gramófono. En Valencia dice que encontró muchos hombres de ciencia que venían de Madrid pero que no habían podido traerse instrumentos científicos suficientes. También constató que los madrileños se quedaban en la capital, a pesar de que podían ir a Valencia, que era más segura. En Valencia vivió los reyes Magos, lo que en su simpleza califica de «barnvecka» o carnaval de los niños.
Debido a que su pareja, el arquitecto Sven Markelius, había firmado un llamamiento en favor la España frentepopulista, no se la permitió residir en la legación sueca en Madrid, a diferencia de Barbro Alving «Bang». Estuvo alojada en el Hotel Florida, sufrió los bombardeos en la capital y salió de España por Barcelona a finales de enero del 37. Las judías con patatas eran casi el plato único. Le gustaba deambular por la Puerta del Sol y hablar con la gente, muy abierta. Sufrió los bombardeos nacionales, pero a la tercera noche se acostumbró. Pasó mucho frío.
Después de tres semanas, volvió a Valencia y salió de España por Barcelona (donde estuvo dos días).
Carné de Viola Markelius, fechado en Madrid el 13 de enero de 1937.Durante la Guerra Civil la Junta de Defensa de Madrid centralizó la venta de material fotográfico, muy escaso y caro por la situación bélica. Para distribuirlo con rigor, estableció un listado de profesionales dedicados a la fotografía, que pasaron a formar parte del Fichero de Fotógrafos Autorizados por la Junta de defensa de Madrid (carné con fecha 13 de enero de 1937).