Suecos en Valencia en otoño de 1937. El tercero desde la derecha es Sven Brännström. A su izquierda está Elof Abrahamsson.
El metalúrgico estalinista Sven Brännström de Ursviken, fue encargado de hacer sabotajes tras las líneas enemigas. También se convirtió en instructor de brigadistas. Los soviéticos confiaban mucho en él, «tenía un permiso especial que le daba derecho a circular libremente por cualquier lugar del territorio de la república». También tenía «derecho a portar armas detrás del frente», lo cual era «muy inusual».
La unidad de Brännström también se utilizó para «proteger la sede de la Comisión Militar Soviética», lo que difícilmente podría haber sido compatible con actividades partidistas. A veces sirvió como jefe de la guardia y cuenta de una ocasión en la que el primer ministro Negrín vino a visitar al general Kotov, cuyo verdadero nombre era Eitingon. En una entrevista de Stefan Dahlin en Oknytt núms. 1-2 en 1998 (págs. 36-44): «Sven Brännström – habla un voluntario español de Västerbotten» cuenta que su jefe era el «General Kotov», es decir, Leonid Eitingon. También parece que «[t]odos los rusos que estaban en España se habían inventado nombres». Eitingon se convertiría más tarde en «general de división del NKVD» y fue él quien «organizó y planeó el asesinato a Trotsky en México en 1940».
Lo cierto es que determinados miembros de las brigadas fueron seleccionados para formar parte de un «servicio especial». Tenía como directores a dos destacados agentes de seguridad soviéticos. En él, gran parte del trabajo se concentró en vigilancia e infiltración junto con tareas importantes como operaciones de mensajería y vigilancia. Estos brigadistas eran los encargados de liquidar a los enemigos políticos.