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Öbergs Foto


En Cuidado con las señoras (1968), aparece la tienda de fotografía de Oberg.

Stig Öberg llegó a Torremolinos en 1960, junto a su mujer Maud. Trabajaba como fotógrafo para el Norrbottenskuriren. Tras una estancia de prueba de tres meses, el matrimonio Öberg decidió quedarse. Regresaron a Torremolinos en 1961 y tuvieron que esperar unos meses a que se terminara el local comercial que habían comprado. En noviembre del mismo año pudieron abrir la tienda de fotografía Foto-rápido, la primera del pueblo. Pronto pasó a llamarse popularmente Öbergs Foto. Cuando los Öberg vendieron el negocio unos años más tarde, el nombre estaba tan arraigado que la tienda siguió llamándose así, a pesar de que ellos mismos ya no existían.

En 1962 Stig se convirtió en manager de Vingresors Club 33, que organizaba viajes chárter para jóvenes de entre 18 y 33 años. Stig mismo tenía 28 años en ese momento. En 1963 abrió el restaurante El Farol Negro, junto con el óptico Olle Segerström. A mediados de los 60 se hizo cargo del Hotel Sol y Sol, que pronto se convirtió en el lugar de reunión del Club 33 en la costa. Stig recuerda que como máximo tenía cinco negocios diferentes al mismo tiempo.

Con el tiempo también se convirtió en locutor de radio. Durante los años 1969-72, emitió programas en sueco desde Radio Popular de Málaga. Todo fue bien durante algo más de dos años, pero de repente un día la censura española, exigió que todas las noticias se sometieran a control con 48 horas de antelación. Stig no creía que esto tuviera mucho sentido, de modo que abandonó la radio.

Con la democracia, Stig reanudó su trabajo radiofónico desde Radio Costa del Sol, y más tarde Radio Nacional, en Marbella. Durante los años 70, Stig y Maud también tuvieron una panadería en Fuengirola.

En 1983 montó una agencia de viajes en Fuengirola. Stig fue nombrado cónsul en 1993, en relación con el cierre del consulado general en Málaga.

Emilia Pardo Bazán en sueco

La traduce Göran Björkman, en Moderskänslan. Dikter (Upsala, Lundequistska Bokhandeln, 1892

En 1893, «Den spanska kvinnan» (Dagny, 8, 1893, 31 s.), obra de Adolf Hillman (1844-1933). Hillman traduce igualmente Hemsjuk: en Kärlekshistoria (Estocolmo, Hierta, 1915, 149).

La obra que más me interesa es En brollopsresa. Spansk roman, en traducción libre de B.F. (Norrkoping, 1896)

Britta Stenström-Rogberg en España (1933)

Ilustraciones de Britta Stenström-Rogberg (1896-1974), que en 1949 publicó un libro sobre su viaje a Chile y Perú: Resa dit pepparn växer.

Elección de Señorita Apelsin (Estocolmo, 1959)

En Estocolmo se presentaron 5 candidatas: Anne-Marie Machnow, Elisabeth Nyström, Cristina Ericsson, Anita Malmborg y Ulla-Britt Lindström. Se eligió el 28 de febrero a Nyström.

El 6 de marzo de 1959 se celebró el concurso final en el Ambassadeur (Kungsgatan, 18), Spanien-Gala organizada por Joaquín Herráiz. En la velada se eligieron una Señorita apelsin («Señorita Naranja») y dos «Mandarinas»: Elisabeth Nyström (Estocolmo), Beata Lowenadler (Gotemburgo), y Birgitta Friman (Malmö), las cuales fueron obsequiadas con un viaje a España, en concreto a las Fallas de Valencia de ese mismo mes.

Gösta Attorps en España (1933)

Gosta Attorps (1899-1976) fue un escritor y periodista sueco. Desde 1929 fue crítico literario en Svenska Dagbladet. Publicó varias colecciones de ensayos, diarios de viaje y libros para niños.

Es autor de Huvudstupa genom spanien («Inmersión en España»). Stockholm, P A Norstedt & söner, 1933. 198 páginas. Viaje por España que se había publicado por entregas en la prensa.

Carlos Oroz le publicó en la Revista hispano-escandinava un fragmento del libro en español, en dos entregas: “Mi encuentro con España” (1933, 3-4, 17-22, 24; y 5-6 – 1933, 17-22).

En SvD (22.09.1929) publicó un ensayo sobre el General Páez, uno de los «libertadores» de Venezuela.

Durante el mes de mayo de 1933, el Ministerio de Turismo español organizó un viaje a España para una veintena de periodistas extranjeros. Duró cuatro semanas y se recorrió prácticamente todo el país, a excepción de Barcelona y las provincias del noroeste. Viajaron a Madrid en tren, y luego realizaron dos viajes por carretera de un total de tres mil kilómetros: el primero fue al oeste hacia la frontera portuguesa, el segundo al sur hacia Gibraltar y la costa mediterránea.

Ilustraciones de Britta Stenström-Rogberg (1896-1974).

«Somerset Maugham i Spanien»
. SvD, 26 septiembre 1935, pp. 11-12. Reseña de este libro publicado en 1935.

Caricatura publicada en SvD el 9 abril 1942, 13.

Alma Velander-Philip: Spanien (1931)

Alma Velander-Philip (Ebbetorp, Kalmar, 11.11.1882-Harads, 1943) fue autora de Spanien: studier från Don Quijotes land (Stockholm: Wahlström & Widstrand, 1931).

Fue una divulgadora de los países románicos en Suecia a través de libros, charlas radiofónicas o conferencias ilustradas. Por ejemplo:

2.12.1932. «Andalusiska strövtag». Velada de la Svensk-Spanska Sällskapet en el Grand hotell.

1.03.1935. Velada de la Svensk-Spanska Sällskapet. Estaba previsto que viniera desde Madrid José Bergamín, pero no puedo hacerlo «pa grund av oförutsedda hinder». Lo sustituyó Alma Velander-Philip con una proyección de diapositivas sobre el color en el arte español de Altamira a Zuloaga. El programa se completó con unas canciones españolas, presentadas por la señorita Rut Bissmarck con Vivan Wennberg al piano. Se cerró con cena y baile.

Entre febrero-abril de 1936 dio un ciclo de 7 conferencias en el Stockholms arbetarförening (Teknologgatan 5) sobre «Spanskt land och spansk kultur». 19.02.1936: «España, un panorama, de los Pirineos a Gibraltar». 26.02.1936. «La España mora». 1.04.1936. «Tragedia y drama españoL». 8.04.1936. La España moderna», etc.

Per LIndberg (1890-1944)

Per August Lindberg, nacido el 5 de marzo de 1890 en Estocolmo, fallecido el 7 de febrero de 1944 en el mismo lugar, fue un actor, director, guionista, escritor y director de teatro sueco.

Lindberg fue visto como un director genial y se inspiró en Max Reinhardt y el cine expresionista alemán. Soñaba con un teatro para la gente, donde solo lo mejor del teatro se le daría a una audiencia masiva. Hijo del actor y director August Lindberg, estuvo activo en Gotemburgo entre 1918 y 1922, pasando en 1923 al Konserthuset de Estocolmo. Del 27 al 29 dirigió el Dramatiska Teater.

En 1924 Per Lindberg publicó un libro de viajes: Dagar i Kastilien («Días en Castilla»). Stockholm, Bonniers, 1924.

1927. El 1 de noviembre de 1927 se estrenó en el Dramaten una nueva puesta en escena de la obra, bajo la dirección de Per Lindberg. Traducción de Curt Berg. Decoraciones de Sandro Malmquist, música de H. Rosenberg.
1938. Hilding Rosenberg: Marionetter (1938) sobre una obra de Benavente

Sueca para todo (1970)

El vodevil de Barreby Sueca para todo se estrenó el 23 de julio de 1969 en el Teatro Cómico de Madrid. Adaptación de C. Romero. Intérpretes: Maite Toledo, Chon Molero, Nida Álvarez, Roberto Samsó, y Enrique Vera. Lorenzo López Sancho (ABC, 25 julio 1969, 61):

Ignoro quién es Barreby, qué obras ha escrito, ni dónde las ha estrenado. Desconozco, en qué ciudad, en qué país subió por vez primera a un escenario ésta que, bajo el título de Sueca para todo ha tenido el señor Romero la mala fortuna de patrocinar, como en un violento mentís a todas sus promesas y vocaciones de autor joven. Sólo sé, por Juan Emilio Aragonés, que los pocos críticos que asistieron a su estreno abandonaron el local al final del primer acto. Me enorgullezco de mi resistencia, de mi probidad profesional. Yo solo me di a la huida al final del cuadro en el que Ferdinand, disfrazado bajo el nombre de Fernand, y bajo una cortina, arrastra a la sueca hacia la alcoba. Ya no podía más, pero ahí queda esa marca de resistencia con la que aspiro a clasificarme como el crítico más paciente del año.

Cuando yo era un muchacho, comedias así se representaban en los escenarios de ciertos cafetines de Madrid y provincias. Era el café-teatro de entonces y se basaba en la trasparencia y cortedad de las camisas, en la supresión de ropajes interiores y en la celeridad de las entradas y salidas. Sueca para todo, un poquito más vestida, gracias al cuidado de nuestra censura de espectáculos, es, pese a todo, tan soez como aquellas piececillas de los años treinta. Tan soez, cierto y muclio más idiota. Los personajes son todos admirablemente imbéciles, superbamente inmorales, desde ese padre increíble que cambia de nombre e identidad con el sólo objeto de apuntarse la sueca y que goza para ello de la complicidad de su hijo, un imbécil al que la sueca se ha apuntado de la suegra del hijo, que ha cubierto el apuntamiento amoroso de la sueca y el niñato; de la propia esposa, que es meningítica de nacimiento, y de la propia sueca, una imbécil mayor que todo Escandinavia. Ni una palabra inteligente brota de los labios de estos personajes, ni un atisbo de humanidad. Todo el problema se reduce a saber si el padre desvergonzado, a fuerza de cortinajes, va a conseguir de la sueca lo que ésta con un simple estrip-tease de urgencia ha conseguido del hijo. Es ir directamente a la procacidad inútil, a la pornografía de intención. Y que conste que la pornografía puede ser un elemento justificable cuando encierra, como en Henry Miller, en Gombrowitz, una intención de catarsis, de destrucción, de salvación por la ruptura liberadora.

Si la comedia es pésima y su traducción pobre y desvergonzada, jugando a los equívocos del lenguaje que ya despreciaban las revistas del teatro Martín en los desvergonzados tiempos de Aparisi y Lacalle, la interpretación es peor, lo que supone un fabuloso salto, una marca olímpica. Roberto Samsó es el actor más vulgar, de peor gusto, de más ramplonas maneras que he visto en mi vida, y cuidado que es difícil poder ser tan categórico. Maite Toledo, ni vestida ni menos vestida logra ser importante o atractiva. Nilda Alvarez nada tiene que aportar al teatro español, y si Chon Molero logra efecto tan difícil como sintetizar la nada, Enrique Vera obtiene un éxito admirable fijando los caracteres del niño cursi y repeinado de tal manera, que supera todo lo que nuestro desconocido Barreby podría esperar de un actor. No es que pidamos a quienes asaltan en verano los escenarios matritenses que hagan el Rey Lear pero sí podríamos exigirles la malicia de buscarse algo con pimienta en vez de un guisote como éste que no hay estómago x que lo soporte. En el sistema de censura, que por principio recusamos, es inadmisible que mientras se discute largamente si es viable o no una obra de alta categoría como el Malentendu de Camus, pueda autorizarse una grosería estúpida como esta Sueca para todo que va a salirle a sus creadores sueca para nada.