Archivo de la categoría: Poesía

Fernando Beltrán: «Los lápices de Ikea» (2015)

“La multinacional sueca Ikea ha anunciado que procederá a retirar los emblemáticos lápices de madera y los metros de papel de todos sus establecimientos”

Ikea es un imperio y, como tal, cualquier cosa que mueva origina un terremoto mediático. Lo que, en principio, podría parecer algo sin más importancia, en este caso, los lápices de Ikea, que han estado con nosotros desde 1996, años en los que el mundo era muy diferente al de ahora: el orden de las cosas, sin móviles ni Redes, latía de otra manera.

Entre todos los clientes de Ikea el poeta Fernando Beltrán vio en estos lápices algo más que un objeto. Los poetas no suelen ver lo mismo que los demás mortales y Fernando Beltrán, entre pasillos repletos de “mesas, sillas, estantes…”, la pregunta del tamaño del cuarto compartido, le hizo reflexionar: “y este lápiz que es breve y afilado…”.

«¿Cuánto miden las cosas, las tangibles y las que no que no se pueden medir?». Poema de Hotel Vivir (Libros Hiperión, 2015).

Me pregunta de pronto
cuánto crees
que mide nuestro cuarto,
aproximadamente.

Caminaba hasta entonces junto a ella
mirando sin sentir, sintiendo sin mirar
mesas, sillas, estantes…

Nuestro cuarto.
Cuánto puede medir.
Aproximadamente.

Troceo la pregunta
y la repito en alto, muy despacio
taponado aún mi oído de ser padre
tener casa, familia, ser al fin
como al fin somos todos.

Pero ella es generosa y tarda menos
en subir a mis nubes que en bajar yo a su tierra,
percibe ya la hormiga en mis dos manos
y me señala al fondo una columna
donde crecen los lápices
y un enjambre de hombres y mujeres
se quitan la palabra unos a otros
dispuestos a saber cuánto miden sus vidas,

cuánto el pozo, los clavos, los aullidos,
la luz de sus colmenas, el martillo del tiempo,
la terca longitud de algunas noches,
cuánta sed, cuánto hielo.

Escribo atropellado
sobre el margen de un folio
que ahora observo despieza en mil pedazos
un armario que no sabré jamás
si es pequeño o enorme
para ocupar un sitio en nuestro cuarto
entre puerta y ventana,

jamás pensé siquiera en la existencia
del hueco que habitamos cada día
sin manual de instrucciones.

La escarpia del vivir, el berbiquí del miedo
y este lápiz que es breve y afilado
como un sábado en calma
transformado de golpe en una alcoba
difícil de explicar.

Cuánto mide el amor. Cuánto el silencio.

Cuánto mide una vida

aproximadamente.

Lasse Westman: «Sång till en spansk stad» (1957)

El abuelo de Lasse Westman (1934-2021) fue el famoso arquitecto Carl Westman, que diseñó el ayuntamiento de Estocolmo así como una gran cantidad de villas en la Salsjöbaden de los Wallenberg, donde creció. Su padre, Ragnar, ingeniero, quería que su hijo también fuera arquitecto. Pero no, lo único que se le daba bien en la escuela era escribir. Así tenía que ser: poeta.

Fue así como debutó en la revista Vi de Konsum en mayo de 1957 con un «Sång till en spansk stad» («Canto a una ciudad española»), cuya última estrofa dice:

Ett sorl av röster vattnar torget
där vi står
Och från en blånande altan slår sången ut;
Vem är det som förvandlar rymden över oss
till ett bländande hav av ljus? 1

Westman fue un niño rico que se pasó la juventud de vagabundeo. Estando en Barcelona para cubrir una huelga fue detenido por la Guardia civil y desterrado de España de por vida. Westman se compró una segunda residencia en Villajoyosa.

  1. Un murmullo de voces riega la plaza
    donde estamos
    Y desde un balcón teñido de azul estalla la canción:
    ¿Quién es el que convierte el espacio sobre nosotros
    en un deslumbrante mar de luz?

Gabriela Mistral. Correspondencia del Nobel (1940-1946)

Cartas de Hagberg acerca del Nobel (1940-1943):

[Carta] 1940, mar. 16, Lidingo, [Suecia] [a] Gabriela Mistral [manuscrito] Karl August Hagberg.

[Carta] 1940, abr. 9, Lidingo, [Suecia] [a] Señor Ministro [manuscrito] Karl August Hagberg. Comenta asuntos relacionados con la necesidad de publicar los poemas de Gabriela en Suecia, para acercarla al público y a los académicos de la Academia Sueca, con miras a una posible postulación al premio Nobel.

[Carta] 1940, sept. 29, Estocolmo, [Suecia] [a] Gabriela Mistral [manuscrito] Karl August Hagberg. Acusa recibo de la copia de carta enviada por Gabriela, y lamenta no haber recibido su tratado de lenguaje que anunciaba como adjunto. Comenta que ella es la candidata número 1 para recibir el premio Nobel, pero que la Academia Sueca pasa por serios problemas económicos ese año. Menciona también al ministro Errázuriz.

[Carta] 1940, nov. 22, Lidingo, [Suecia] [a] Gabriela Mistral [manuscrito] Karl August Hagberg. Asuntos relacionados con la candidatura de Gabriela al premio Nobel y con la traducción de su obra al sueco.

[Carta] 1943 ago. 7, Lidingö, [Suecia] [a] [Gabriela Mistral] [manuscrito] Karl August Hagberg. Comenta varios asuntos sobre el libro de traducciones de poemas de Gabriela Mistral que está terminando, menciona a su amigo, el Señor Errázuriz y a M. Daireaux, quien escribió sobre ella en su «Panorama». Adjunta además una lista con los poemas traducidos.

Ernesto Dethorey (1941-1946)
Gabriela Mistral interpretada al sueco [manuscrito] Ernesto Dethorey. Artículo sobre la presentación de Gabriela Mistral al público sueco, realizada por Hjalmar Gullberg.

[Carta] 1941 dic. 2, Estocolmo [a] Carlos Errázuriz, Santiago de Chile [manuscrito] Ernesto Dethorey. Informa sobre una presentación hecha por el académico Hjalmar Gullberg de Gabriela en la revista sueca «Bonniers Litterära Magasin», y da cuenta sobre los asuntos relacionados con el premio Nobel de literatura, entre ellos traducciones de la obra de Gabriela realizadas por Karl August Hagberg, y se refiere también a su interés en traducir las obras de Selma Lagerlöf para Zig-Zag.

[Telegrama] 1946 ene. 6, Estocolmo [a] Gabriela Mistral, París [manuscrito] Matilde Gertie y Ernesto.

[Carta] [1946] enero 6, Estocolmo [a] Gabriela Mistral [manuscrito] Mathilde Goulard y Ernesto Dethorey. Asuntos relacionados con un proyecto de contrato editorial y un envío de libros y discos de gramófono.

[Carta] 1946 ene. 18, Estocolmo [a] Gabriela Mistral, París [manuscrito] Ernesto Dethorey. Recuerda la visita de Gabriela a Suecia y comenta lo que se ha dicho sobre ella en la prensa sueca, envía un listado con nombres y direcciones solicitadas por Gabriela, y señala que su carta a Victoria Ocampo y «Luto» salieron ya.

[Carta] 1946 ene. 19, Estocolmo [a] Gabriela Mistral, París [manuscrito] Ernesto Dethorey. Confirma carta y telegrama en el que se refería a una película corta que Gabriela vio en el estudio de Europa Film, hablada en sueco por Selma Lagerlöf y que el mismo estudio le había pedido a ella que la hablara en español.

[Telegrama] 1946, Estocolmo [a] Gabriela Mistral, París [manuscrito] Ernesto Dethorey. Pregunta cuándo podrán reunirse a grabar la lectura de un texto acerca de Selma Lagerloef para una película.

Carlos Errázuriz Ovalle
Carlos Errázuriz Ovalle se inició en la actividad diplomática como cónsul de Chile en Zúrich entre 1920 y 1937, lo fue también en Suecia entre 1939 y 1941, y en Canadá entre 1942 y 1945. La candidatura de Gabriela Mistral para el Nobel fue obra de su amistad con Hagberg en 1940.

[Carta] 1942 ene. 19, Santiago [a] Gabriela Mistral [manuscrito] Carlos Errázuriz Ovalle.

Karin Alin

[Carta] 1945 déc. 16, Stockholm, [Sweden] [a la] Señora Gabriela Mistral [manuscrito] Karin Alin. Propone contactar a Gabriela Mistral con editores en Noruega, Finlandia y Dinamarca, y adjunta una carta en sueco, dirigida a Goulard con fecha 22 de diciembre de 1945, en la que se refiere a Gabriela Mistral.

[Carta] 1946 janv. 22, Stockholm, [Suecia] [a] Senora Gabriela Mistral, Paris [manuscrito] Karin Alin. Comenta que ayudó a Hjalmar Gullberg con la colección de poemas de Gabriela, y manifiesta su interés en difundir la obra en Noruega y Finlandia. Expone además varios asuntos relacionados con las diferentes editoriales en Escandinavia.

[Carta] 1946 févr. 8, Stockholm, [Suecia] [a] Senora Gabriela Mistral, Hotel Bristol, Paris [manuscrito] Karin Alin. Expresa su sorpresa por una carta escrita por otra persona en nombre de Gabriela, diciendo que ella prefiere entenderse directamente con los editores, y señala que se ha sentido desacreditada frente a éstos, en su calidad de agente. Reitera en todo caso su ofrecimiento de negociar ediciones en Dinamarca, Noruega y Finlandia.

[Carta] 1946 Oct. 16, Stockholm, [Suecia] [a] Senora Gabriela Mistral Chilian Legation, Los Angeles [manuscrito] Karin Alin. Comenta que Aslaug Vaa, poetisa noruega, traductora de Lorca, desea traducir algunos poemas de Gabriela, que detalla en una lista, para lo cual pide su autorización. Menciona que estuvo conversando con Hjalmar Gullberg y con Ernesto Dethorey sobre el tema, y nombra al español residente en Oslo, Paul Gauguin, nieto del pintor quien también podría traducir su obra. Menciona además que existen dos lenguas en Noruega, un dialecto y un idioma común.

Högdahl 1946

[Carta] 1946 feb. 10, Göteborg, Sweden [a] Gabriela Mistral, Buenos Aires, [Argentina] [manuscrito] Erland Högdahl.

Poemas noruegos (y traducciones) de Efrén Rebolledo

Cristianía, noviembre 8 de 1919

Sr. Lic. D. Julio Torri
Oficial Mayor del Gobierno del Distrito
México.

Querido Julio: Muchas gracias por los recortes que me enviaste con tu grata de 2 de octubre que hasta ahora contesto porque el frío que hace descender el termómetro a ocho grados bajo cero ha aumentado mi natural pereza. Te hago justicia diciéndote que eres uno de los raros mexicanos que contesta cuando se les escribe.
A poco de escribir tu carta leí en la prensa la noticia de tu ascenso a Oficial mayor y aunque ya lo esperaba me dio mucho gusto, que ahora te expreso enviándote mis más sinceras felicitaciones.
Vivo en un hotel en el campo, pues los hoteles en la ciudad son muy caros y es imposible encontrar un apartamiento por un precio razonable. Aquí en Holmsberg donde me tienen a tus órdenes llevo una vida muy quieta, en compañía del encargado de Negocios de Cuba, del de Dinamarca, del agregado a la legación de Polonia y de otros huéspedes, todos agradables con quienes hago paseos en la montaña y juego al bridge en la noche. Hay una señora que para mi tormento y mi dicha es mi vecina que ilumina con su belleza los sombríos pinares de Skaadalen. No cesa de reírse ni de fumar, y por la noche que está escotada y abrigada con pieles espléndidas causa una admiración cercana del éxtasis.
He comenzado a hacer los deportes noruegos. Hace días un muchacho noruego me invitó a dar un paseo en trineo y bajamos con una velocidad vertiginosa el Corket trekect, «El tirabuzón», una cuesta de una pendiente muy pronunciada y con muchas vueltas que le han valido su nombre pintoresco.
En Cristianía no hay mucho que ver. Todavía no me hago comprender en noruego, y con una temperatura de ocho o más grados bajo cero no me animo a dejar el salón de Holmsberg donde crepita un fuego festivo y reina la señora Jacobi.
Te incluyo tres poemas que puedes publicar en el periódico que gustes, rogándote me mandes los recortes.
Te saluda y te abraza cariñosamente, tu amigo,
Efrén Rebolledo

Revista de revistas (4 enero 1920)
En camino
Ayer era el Japón de encantos tropicales
el que me seducía con su rara hermosura,
hoy es Noruega, donde las auroras boreales
iluminan la nieve de inviolada blancura.

Revista de revistas (1 febrero 1920)
«Aurora boreal»

Nocturno

Cimas de la Rondana
Raso en los plenilunios, plata bajo la gloria
del sol, guías constantes de nuestra caravana,
grabados para siempre quedáis en mi memoria,
picos del Jotunheim, cimas de la Rondana.

Por las suaves laderas de alabastro luciente
que recuerdan las líneas de los hombres nevados,
camino contra el viento que refresca mi frente,
con mis largos patines y mis leves cayados.

Valquirias de ojos zarcos, hadas de blondo pelo,
que animáis el albor de la yerma llanura,
ya los soles de Pascua colmaron vuestro anhelo,
quemando con sus rayos vuestra láctea blancura.

En la huta pequeña y tibia como un nido,
bellas manos sazonan deliciosos manjares,
y mirando las llamas del hogar encendido,
dejo correr las horas de las noches polares.

Mod snelandets hytter… (Ibsen)
De la playa que al sol reverbera
a las hutas del Norte nevado,
cada noche en rápida carrera
se encamina un jinete enlutado.

El eider (Ibsen)

En la fría Noruega, bajo el cinéreo domo
del cielo, mora el eider en el golfo de plomo.

Y en su buche privando del plumaje mullido
construye con paciencia un tibio y blanco nido.

El pescador que tiene cual piedra el corazón
despoja el blanco asilo del precioso plumón.

Pero si el hombre es duro es amorosa el ave
y otra vez de su cuerpo quita el copo suave.

Si de nuevo el tesoro de sus plumajes sutiles
pierde, labra otro nicho en los rudos cantiles.

Y si también le hurtan su riqueza postrera
abre las alas una noche de primavera.

Y hacia el sur, hacia el sur brillante se encamina
con su llagado pecho rasgando la neblina.

Más poemas noruegos
«Nievecita»
«Para escuchar tu blonda cabellera»
«Nocturno»
«En camino»

Francisco de Quevedo: «Lamentable inscripción para el túmulo del Rey de Suecia Gustavo Adolfo» (163…)

Francisco de Quevedo siempre admiraba a los grandes caudillos militares, sin importar su nacionalidad o religión, y no es ninguna sorpresa que de él (que también escribió poemas honoríficos sobre traidores a la patria como el Duque de Osuna o Alberto de Wolistán -Albrecht von Wallenstein-) provenga uno de los escasos elogios que dedican las Españas a Gustavo Adolfo como guerrero y caudillo de renombre, lamentando su heroica muerte en Lützen en forma de epitafio:

CLXIII b
Lamentable inscripción para el túmulo del Rey de Suecia Gustavo Adolfo

Rayo ardiente del mar helado y frío,
y fulminante aborto, tendí el vuelo;
incendio primogénito del yelo,
logré las amenazas de mi brío.

Fatigué de Alemania el grande río;
crecile, y calenté con sangre el suelo;
azote permitido fui del cielo
y terror del augusto señorío.

Y bala providente y vengadora,
burlado de mi arnés, defensa vana,
me trujo negro sueño y postrer hora.

Y, despojo a venganza soberana
alma y cuerpo, me llora quien me llora:
el que los pierde, ¿qué victorias gana?

Por lo demás, en Las tres coronas en el aire, otra obra de Quevedo censurada durante décadas e incluso siglos, ésta en prosa, el autor de las gafitas imagina a Oliver Cromwell, Giulio Mazarini y Armand du Plessis, el cardenal Richelieu, conversando en la otra vida (¡imagínate la idea para un fanfic!). Habla en este fragmento Richelieu:

Saqué del Septentrión a Gustavo Adolfo, que como caudaloso torrente inundó en pocos meses el Imperio, desde la isla de Reiguen (sic!) hasta la Morela, dejando con sus victorias llenas las provincias de trofeos y bañadas las campañas con sangre de católicos vertida, hasta que en la de Lutzen (sic!), un golpe fatal derramó la suya, que como hervía en sus venas con tanta violencia no podía ser de mucha duración.

Nordahl Grieg : «Til Ungdommen» (1936)

El poeta noruego Nordahl Grieg (1902-1943) compuso «A la juventud» en septiembre de 1936 influido por el estallido de la guerra civil en España. Un clásico noruego.

Autor de un folleto de 32 páginas bajo el título de Hos skandinaver vid fronten (Stockholm: Sv. kommunist. ungdomsförb, 1937).

ADN-ZB/Archiv
Nationalrevolutionärer Krieg des spanischen Volkes vom 18.7.1936 bis 2.4.1939/ Internationale Brigaden
Der Schriftsteller Ludwig Renn, Chef des Stabes der XI. Internationalen Brigade im spanischen Freiheitskampf, Kommandeur des Thälmann-Bataillons 1936/37 (rechts) mit dem norwegischen Dichter Nordahl Grieg (Mitte) der 1937 in Spanien kämpfte.

Luis A. de Cuenca y el mundo escandinavo

Oposición básica oscuridad-luz de Juan José Lanz (prólogo a su edición de L. A. de C.) en torno al contraste entre la estética nocturnal y la diurnal (adaptando términos e ideas de Gilbert Durand).

Luis Alberto de Cuenca, «La chica de las mil caras». Elsinore (1970-71)

Todo tu cuerpo es un inmenso brote de espinas,
pero las aves siguen comiendo en tus manos
y cantan en el bosque como si nada.
Por las noches me enseñas el universo:
hoy han sido las costas de Islandia,
la Edda de Snorri y la promesa de Winland.
Como tu cuerpo está erizado de agujas,
necesito almohadones para amarte;
luego despierto enganchado a tus labios,
cuando el sol es un punto negro en el cielo.
Si hablas, tu voz es una cascada
que arrastra cadáveres y policías de uniforme.
Hablas en verso, como Ovidio y Lope,
como el precoz escaldo Egil Skallagrimsson.
A veces te interrumpo. Tus besos llevan oro,
como las Noches de Stevenson o de Mardrus.
Son algo tan brillante. Como una nueva infancia.
No sé si tu destino es catalogar manuscritos,
si has sido bibliotecaria en Alejandría.
Un día vi cómo perseguías a un jabalí en Dordoña
(esa noche soñé con el Monarca Oscuro).
Podría hacerte un lecho de lirios o de rosas,
aunque preferiría cubrirte de alacranes.
Luego descifraríamos papiros mágicos y emblemas.
No sé cómo decirte lo mucho que te amo.
Hace siglos que desaparecieron los torneos.
Jesús sigue muriendo cada día. Hasta cuándo.
Pero Clodoveo decía que el Gólgota no sería famoso
si él hubiese estado allí, en Jerusalén, con sus francos…

Antes leíamos novelas bizantinas, escuchábamos discos,
no encendías jamás la luz en el desván.
Me parecía haber vivido dos veces los momentos
y bebía del suave terminarse de tus ojos.
Algunos dioses se nos antojaban ridículos:
Júpiter, por ejemplo, todos los que mandaban.
Pero las ninfas de las fuentes, los elfos, los dragones,
Mae West y Miriam Hopkins compensaban la perdida.
Hacer versos, nadar, dar de comer a un pájaro,
ejercer de sportwoman como Diana Palmer.
Buscábamos tesoros en el jardín de tus abuelos,
bajo ese sol de Heráclito que sigue sin ponerse,
con una Jolly Roger ceñida a la cintura,
saqueando glorietas y naufragando en la piscina.

Y ahora que está aquí, mi amor,
tú que eres todas las mujeres,
no sé si voy a ser capaz
de recordarte y recordarme.
Todos vivimos, a la postre,
en una especie de prisión
de la que no podemos salir,
en la que nadie puede entrar.
Pero consta en el Libro Único
que, a pesar de espinas y agujas,
nos amamos alguna vez
y nos amaremos tú y yo.

GUDRÚNARKVIDA
Vinetas El otro suevbo 1987

Carmen en estos casos se supera.
Se dispone a sufrir sin una lágrima.
No se golpea el pecho con la manos,
ni gime, ni los ojos se le nublan.
A su lado se sientan sus amigas,
todas muy maquilladas, con modelos
exclusivos y oscuros, lamentando
la muerte de Ricardo entre sollozos,
Carmen está tan triste que no llora.
Tanto dolor le sube a la cabeza
que no sabe qué hacer para alojarlo.
Mientras, María rompe el fuego y dice:
«No sé si va a servirte de consuelo,
pero he sufrido mucho en esta vida.
Mi familia murió en un accidente
de coche, en pleno estado de embriaguez:
mis dos maridos, hijos, hijas, todos.
Me he quedado solísima en el mundo».
Como Carmen seguía sin llorar,
habló Julia, la de ojos transparentes,
y entre lágrimas dijo estas palabras:
«Más he sufrido yo. Mis siete hijos
murieron peleándose entre ellos
y mis padres se ahogaron en la playa
el verano pasado, uno tras otro.
Yo sola preparé los funerales
y encargué las guirnaldas de sus tumbas.
Para mí ya no existe la alegría».
Marta la triste habló, sumida en llanto:
«A mí me odia Fernando, pero teme
quedarse sin dinero si me deja.
Sale con una chica, últimamente,
que no ha cumplido aún los veinte años.
Me obliga a descalzarla cuando viene
y a servirle en la cama el desayuno.
¡No puedo más de fiestas y de drogas
y de esa horrible gente de la noche!»
Pero Carmen no llora. Se levanta,
quita la tela que cubría al muerto,
ve el pelo enmarañado por la sangre,
ve los brillantes ojos apagados,
ve el pecho roto, las mejillas frías,
los labios negros y los pies blanquísimos,
ve el despojo que ayer fuera Ricardo.
Y Carmen ya no puede seguir viendo.
Cae hacia atrás, como si aquello fuese
a desaparecer si no lo mira,
y sus amigas corren a atenderla.
Y cuando su cabeza se refugia
en un cojín que apunta al cielorraso,
no puede evitar Carmen que una lágrima,
una caliente lágrima de amor,
resbale de sus ojos.

Luis Alberto de Cuenca: Sonja la roja, El otro sueño (1987)

Los querías tanto a los héroes,
tanto soñabas con sus compañeras,
que te parecía imposible
que fuesen sólo emblemas o símbolos
para explicar el mundo.
¡Cómo quisieras que tuviesen ojos,
labios y dientes, piernas, brazos!
Y, sobre todos, ella,
la que viene de lejos para velar tu sueño,
la que triunfa y se marcha,
Sonja la Roja, la rival de Conan.

Dinamarca vía Hamlet aparece varias veces en su obra: Elsinore. “Beowulf en Dinamarca”, en Sin miedo ni esperanza, o “Memorabilia”, en La vida en llamas.
Noruega vía Ibsen y su Peer Gynt (Scholia).
Suecia a través de Esaías Tegnér (al comienzo de Museo, en torno al concepto de claridad) y alguna referencia a Bergman.

Brilla la luz del Norte en el vacío
donde estuvo tu vida, aquella luz
que soñaste en los libros, y un helado
viento polar azota con violencia…

El fallido Nobel de Josep Carner (1962)

En 1962 un grupo de personalidades catalanas, empujadas por la valía extraordinaria de la obra de Josep Carner Puig-Oriol (Barcelona, ​​1884-Bruselas, 1970), pero también por la convicción de la importancia que tendría un premio Nobel para dar a conocer la literatura catalana, promovieron su candidatura al premio Nobel de literatura. Nominaciones de Antonio Badia Margarit, A Duran-Sanpere y G Schiffauer.

No era la primera vez que se presentaba un candidato: a principios de siglo había sido promovida la figura de Àngel Guimerà, en una candidatura conjunta con Frederic Mistral, que no tuvo éxito –a última hora y por presiones externas Guimerà fue sustituido por José de Echegaray, al que se otorgó, ex aequo con Mistral, el premio en 1904.

En esta ocasión, para reforzar la candidatura de Carner se emprendieron diferentes iniciativas, entre las que cabe destacar la propuesta de adhesión a la candidatura enviada a profesores universitarios de literatura y crítica literaria -que alcanzó un número extraordinariamente elevado de participantes-, y en diferentes entidades y personalidades ligadas a la cultura catalana. La candidatura coincidió en el tiempo con una propuesta de nombramiento como miembro del gobierno republicano en el exilio, que Carner declinó.

A pesar del fuerte apoyo catalán e internacional, la candidatura no tuvo éxito –entre otras razones por presiones externas y por algún informe negativo de un correspondiente español– y el Nobel de 1962 fue otorgado a John Steinbeck. La candidatura de Carner volvió a presentarse durante los años siguientes, pero con menos empuje. Posteriormente habría otras tentativas –Salvador Espriu, J.V. Foix, Joan Vinyoli…– pero la de Carner ha sido probablemente la más sólidamente estructurada.

Pese a que la campaña pro Nobel fracasó, la iniciativa sirvió para hacer más conocida la obra carneriana fuera de Catalunya. Con este fin se publicó una antología de su obra, Choix de poèmes (1962), con traducciones al alemán, inglés, castellano, francés, italiano, neerlandés, portugués, provenzal y el sueco. Poco después, también se editaban las traducciones de la plaquette Lligam en versiones italiana (Legame, 1963) y rumano (Legatura, 1964). Al mismo tiempo se publicaban en francés las obras de teatro Coup de vent (1963; en catalán Cop de vent) y L’Ébouriffé (1963; en catalán El Ben Cofat y el otro, adaptación a la vez de la versión original que el mismo Carner había escrito en castellano, El misterio de Quanaxhuata).

El fondo Carner de la Biblioteca de Cataluña conserva una buena muestra de la documentación que se recogió a fin de apoyar la candidatura: notas a la prensa, resumen de las actividades, listas de personalidades e instituciones que apoyaron la candidatura, cartas al poeta y ajena relativas al Nobel… y, sobre todo, mucho material de trabajo para preparar las ediciones de las traducciones a varias lenguas de su obra, que ha permitido que sea uno de los poetas más traducidos a otras lenguas.

Bibliografía
Biblioteca de Catalunya: "Carner y el Nobel, una campaña que no exitoso". 17/10/2013

Dan Nosell: "La campanya en favor del premi Nobel a Josep Carner". Revista de Catalunya, Extra 7, 2020 (Ejemplar dedicado a: Vigència de Josep Carner), págs. 200-216.

Joan Ramon Veny Mesquida: «Joan Colomines i la campanya pro Nobel a Josep Carner», La literatura catalana i el premi Nobel. I Jornada Internacional, Centre for Estudis Catalans – Queen Mary University of London, University of Glasgow i Institut Ramon Llull [en línia] (14 de setembre de 2021)

Marika Gedin traduce a Lorca

Marika Gedin (Upsala, 4 mayo 1956) es hija del editor Per I. Gedin. Recibió el Svenska Akademiens översättarpris (2015). Es la mejor traductora de Lorca en sueco. Empieza a traducir en colaboración con Anders Cullhde en 1987 unos poemas infantiles de Lorca: På Sirius finns barn dikter för barn och andra.

Sin embargo, hasta quince años después, de la mano de Cullhed de nuevo, no afronta la tarea traductora en serio:

2002. Sviter.
2008. Poet i New York. Reedición 2022.
2009. Fyra korta stycken : Känslans urkund : Om kärleken – teater av djur : Skuggor : Jehova / Federico García Lorca ; översättning: Marika Gedin ; [illustrationer: Helena Bergendahl].
2013. Divan från Tamarit och två oden.
2013. Publiken ; Så går fem år ; Resa till månen : två dramer och ett stumfilmsmanus / översättning Marika Gedin ; efterord Magnus Florin.
2022. Zigenska romanser : (1924-1927). Faethon.

Por lo demás, es la traductora al sueco de Nuria Amat y Almudena Grandes.