Archivo del Autor: Emilio Quintana Pareja

La Descripción geográfica de Lorichs

Descripción geográfica de la España antigua, y su correspondencia con la moderna. Así tituló el sueco Gustaf Daniel Lorichs (Estocolmo, 1785_Madrid, 1855) un diccionario manuscrito, elaborado en pleno siglo XIX, y del que no se conoce edición impresa posterior.

Lorichs fue un diplomático sueco, encargado de Negocios de Suecia y Noruega en España durante 37 años (186-1853). Experto en numismática de Hispania Antigua, fue un extraordinario coleccionista y elaboró varios catálogos de monedas y medallas que son referencia en la materia, pero también nos dejó este curioso diccionario geográfico en el que recogía topónimos antiguos y modernos, y breves descripciones de las localidades que visitó o que estudió para sus trabajos numismáticos.

El «Compendio de la Historia de España» de Iriarte en sueco (1820)

Thomas de Yriarte: Spaniens historia i sammandrag. Öfversatt från spanskan af J. W. Carlberg. Stockholm, Ecksteinska tryckeriet, 1820. 254 s. Esta obra se difundió más en el extranjero que en España.

Traducción al sueco de Compendio de la Historia de España, obra que escribe Iriarte a instancias del conde de Floridablanca como texto escolar (breve, clara, de fácil acceso) a fines del siglo XVIII. La primera edición que conozco es la traducción al francés de 1803. Después hay edición de Hamburgo en 1809 y después hay 3 ediciones londinenses (1815, 1822 y 1829).

La traducción al sueco (1820) a cargo del «predicador a domicilio» Jacob Wilhelm Carlberg (1780-1834), que dedica el libro al príncipe heredero Oscar (1799-1859), luego Oscar I. Se presenta como la mejor obra para los que tengan interés en la Historia de España, en general y en las escuelas.

Britta Stenström-Rogberg en España (1933)

Ilustraciones de Britta Stenström-Rogberg (1896-1974), que en 1949 publicó un libro sobre su viaje a Chile y Perú: Resa dit pepparn växer.

Ture (Teban) Sventon en español (1963-1971)

Los libros del detective Ture Sventon, obra de Åke Holmberg (1907-1991) se publicaron en español por la editorial Juventud. Se trata de literatura juvenil sueca, de 1948 a 1973. En España el detective pasó a llamarse «Teban Sventon». Ilustraciones de Sven Hemme.

Se van publicar a partir de 1963, inaugurando el género detectivesco en versión infantil. Esta serie se inserta en la colección «Siete Secretos» (1962-1969).

A partir de 1966, los catálogos identifican ya una serie propia. Traducciones del inglés a cargo de Mariano Orta Manzano; ilustraciones de José Correas:

Teban Sventon detective privado (1963)
Teban Sventon en el desierto (1963)
Teban Sventon en Londres (1964)
Teban Sventon en Estocolmo (1964)
Teban Sventon en París (1965)
Teban Sventon e Isabela (1966)
Teban Sventon y los fantasmas (1969)
Teban Sventon y el descubrimiento del P3 X (1971)
Teban Sventon en Venecia

García Pavón: El rapto de las sabinas (1971)

Libro de Francisco García Pavón: El rapto de las sabinas. Con el caso del vizcaíno fingido y las suecas lesbianas, felizmente esclarecido por el mejor policía de España, Manuel González, alias Plinio, Jefe de la Guardia Civil de Tomelloso. Barcelona, Destino, 1971, 254 pp.

Trata sobre el crimen de una turista sueca a manos de su pareja motivado por los celos. Al final de la novela Plinio resuelve todos los delitos y su fama se extiende por los confines del territorio nacional.

“Había oído hablar mucho, como todo el mundo, de estas pasiones de los homosexuales, pero nunca las creí tan primarias. Es de las pocas cosas de mi vida que no olvidaré jamás”

Elección de Señorita Apelsin (Estocolmo, 1959)

En Estocolmo se presentaron 5 candidatas: Anne-Marie Machnow, Elisabeth Nyström, Cristina Ericsson, Anita Malmborg y Ulla-Britt Lindström. Se eligió el 28 de febrero a Nyström.

El 6 de marzo de 1959 se celebró el concurso final en el Ambassadeur (Kungsgatan, 18), Spanien-Gala organizada por Joaquín Herráiz. En la velada se eligieron una Señorita apelsin («Señorita Naranja») y dos «Mandarinas»: Elisabeth Nyström (Estocolmo), Beata Lowenadler (Gotemburgo), y Birgitta Friman (Malmö), las cuales fueron obsequiadas con un viaje a España, en concreto a las Fallas de Valencia de ese mismo mes.

El Papus y las suecas (70s)

Cuatro portadas y una obsesión

Ya vuelven, ya están aquí… las suecas (86, 7.06.1975)
Vacaciones sin suecas (116, 7.08.1976)
Las playas infectadas de suecas (164, 9. 07.1977)
Ya… ya… llegaron las suecas (264, 9.06.1979)

El Papus. Revista satírica y neurasténica, fue un semanario de humor satírico publicado en España por la Ediciones Amaika con periodicidad semanal desde el 20 de octubre de 1973 hasta 1986. Hacía gala de un humor novedoso y duro, con una estética gráfica muy informal, dibujo basto y texto abigarrado, que incluso fue calificada de «feísta» pero con un lenguaje descarado, directo y valiente.

Suplemento de El Jueves, años 90.

José Gaos en Estocolmo (1936)

A principios de diciembre de 1936, José Gaos viajó a Suecia y a Noruega por distintas gestiones diplomáticas. Los discursos que tuvo ocasión de pronunciar contienen una sugerente comprensión de los acontecimientos que se habían desencadenado en España.

Pese a tratarse de intervenciones oficiales, Gaos se declara obligado a ser “subjetivamente veraz”, no “objetivamente verdadero”. Y este espíritu de sinceridad se concreta en la comprensión de la guerra civil que ofreció tanto en la alocución de Gotemburgo ante unos 10.000 manifestantes (5 de diciembre de 1936), como en la posterior conferencia de Estocolmo.

El 8 de diciembre de 1936 dio una charla en la Viktoriasalen (Tunnelgatan 19B) de Estocolmo, invitado por el Spanienkommittén i Stockholm.

El esquema de comprensión que propone Gaos es el siguiente. Un supuesto o aparente pronunciamiento militar a la antigua usanza decimonónica, en que con poca fuerza un general obtenía mucho éxito a la hora de reorientar la acción política, resultó en realidad, de inmediato, en guerra civil de las fuerzas armadas contra la República y contra el pueblo. Pero esta peculiar guerra civil, en la que el gobierno constituido quedó desposeído del grueso de las fuerzas militares y policiales de violencia legítima, vino a su vez acompañada de una revolución; la veracidad de Gaos estriba en reconocer que ha tenido lugar una revolución, por más que no fueron los revolucionarios los destructores violentos del orden establecido. Pero como una tercera o cuarta derivación del acontecimiento, esta guerra civil con revolución está deviniendo a su vez, de manera creciente, en guerra internacional –en “guerra civil europea”, se ha dicho al cabo del tiempo. Y en el conflicto sólo la República combate por un régimen democrático y por la paz en el mundo. Tal esquema de interpretación en cuatro derivaciones: pronunciamiento-guerra civil-revolución-guerra internacional, se completaba con un análisis político también sobrio de los dos bandos en guerra: el autoritario e intransigente hasta el absolutismo, y el democrático, flanqueado por la revolución, con sus respectivos apoyos sociales. Gaos hallaba una fórmula típica de su genio conceptista: “España son dos Españas desunidas en una”.

Si hubiera que caracterizar un poco más de cerca esta toma de postura de Gaos en la guerra civil, podría recurrirse a un somero contraste con las grandes figuras contemporáneas del pensamiento filosófico español. En este cuadro orientativo, el Rector de la Universidad de Madrid quedaría situado junto a Joaquín Xirau, Decano de la Facultad de Filosofía de Barcelona. Ambos se apartaban por igual tanto de la exaltación revolucionaria de una María Zambrano como del silencio de Ortega, expresivo de su distanciamiento de la República.

En las intervenciones del año 36, y todavía más en las del año 37, el compromiso de Gaos con la victoria de la República es integral; el régimen republicano es el depositario de la convivencia cívica entre españoles, de los afanes de justicia social, del anhelo de renovación europeizadora, etc. Y esta adhesión a las instituciones republicanas no se dejaba tentar por nada parecido a una “razón armada”, según se expresaba Zambrano, que fuera capaz de transformar la realidad española. Gaos representaría, y con su actuación reivindicaría una suerte de centro político orteguiano que afirmaba su viabilidad aun en medio de la mayor precariedad.