Sixten Lundbohm (1895-1982) estuvo por primera vez en España en otoño de 1919 junto con su amigo Hugo Zuhr. Estuvo un año. Fue alumno de André Lhote en París 1920-1922. De Francia siguió viaje a Italia, donde estuvo haciendo paisajes. Al volver a Suecia, se alojó en casa de sus padres en Fritsla, al suroeste de Borås cuidando de su anciano tío y careciendo de medios económicos para dedicarse al arte. En esta situación, el príncipe envió a Sixten Lundbohm una carta de aliento y 4.000 coronas para que tuviera la oportunidad de comprobar sin distracciones si la carrera de artista era su vocación. El apoyo fue decisivo a la hora de elegir el camino de Lundbohm y, con el tiempo, varios de sus cuadros se añadirían a la colección del príncipe en Waldemarsudde.
De esta forma, en 1924-1925 emprendió un largo viaje a España junto a su amigo Sven Ekstedt, gracias al apoyo económico del Príncipe Eugenio de Suecia, que había conocido en Roma en la primavera de 1921. Durante este viaje a España, Lundbohm se dedicó principalmente al dibujo, y sólo después de su regreso a Suecia en el otoño de 1925 algunos de los motivos se trasladaron a pinturas.
Motiv från Altea (1925). Dibujo a lápiz. 24,5 x 36 cm. 600 euros.
Escribió la introducción del libro de fotografías de Harry Dittmer: Spanien-land i svart och vitt (1954).