En 1922 el gibraltareño Gustavo Bacarisas y Podestá (1872-1971) viajó a Suecia para realizar los decorados y diseñar el vestuario de la ópera Carmen, en el teatro Real de Estocolmo. Para el vestuario, diseñó unos figurines que fueron reproducidos fielmente por la sastrería del teatro. En esta labor le ayudó la pintora sueca Elsa Jernås (1895-1979), con la que se casó en 1925.
Tras su matrimonio, Elsa y Gustavo se instalaron en Madrid en 1933. Debido a la guerra se refugiaron en Gibraltar y luego en Madeira.
En 1947 regresaron definitivamente a Sevilla.
Expuso por separado con una cincuentena de obras en Barcelona en 1926.