Tres suecas para tres rodríguez (Pedro Lazaga, 1975) es un vodevil de tetas y calzoncillos. Al quedarse Adela embarazada, su médico le aconseja descanso y decide pasar unos días de vacaciones en la playa de Benidorm. Su marido Paco (Tony Leblanc) se queda entonces «de rodríguez» al igual que Juan (Rafael Alonso) y Antonio (Antonio Ozores), dos compañeros de oficina. Los tres se verán engatusados por tres esculturales suecas llamadas Ingrid (la argentina Helga Liné), Erika (la alemana Érika Wallner) y Helga (la española Marisa Medina), que fingen que se han enamorado de ellos. Al final los machitos locales quedan como peleles que han sido utilizados como tapadera para el tráfico de drogas.