Los hermanos Elhuyar y el wolframio (1783)

Juan José y Fausto Elhuyar revolucionaron la ciencia desde un pequeño pueblo de Guipúzcoa al ser los primeros en aislar el wolframio, un elemento metálico que ha sido decisivo en el avance de la ciencia moderna y la tecnología.

Este nombre [el de volfram] le corresponde mejor que el de tungusto o tungsteno, que pudiéramos darle en atención a haber sido la tungstene o piedra pesada la primera materia de que se ha sacado su cal, por ser el volfram un mineral que se conocía mucho antes que la piedra pesada, a lo menos más generalmente entre los mineralogistas, y que el término volfram está ya recibido en casi todos los idiomas de Europa, aun en el mismo sueco. Mudamos su terminación ‘m’ en ‘n’ para acomodar mejor al genio de nuestra lengua las denominaciones de las sales que se formen con esta substancia, llamándolas sales volfránicas.

El germen del descubrimiento del wolframio se sitúa en la estancia de Juan José en Uppsala (Suecia) en 1782, donde aprendió técnicas de laboratorio con Torbard Bergman, uno de los químicos más influyentes de su tiempo. Fue en este lugar donde aprendió sobre el ‘tung sten’ o el ‘lapis ponderosus’ y «tuvo la intuición» de que podría haber algún elemento hasta entonces desconocido en esa «piedra pesada» que era el volfram. Sus presagios se hicieron realidad a su vuelta a Bergara, cuando trabajó en el laboratorio del Real Seminario para lograr el aislamiento del supuesto elemento.

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