Beritta Sjöberg (1919-2017) había nacido en una familia adinerada lo que le permitió financiarse un viaje a Sudamérica en enero de 1939. Al terminar la II Guerra Mundial fue contratada como secretaria administrativa en la Legación de Chile en Estocolmo.
Estuvo al lado de Gabriela Mistral durante toda su visita a Suecia con ocasión de recoger el Premio Nobel de Literatura en 1945. Se encontraron por primera vez el domingo 9 de diciembre de 1945 en la cubierta de la motonave Ecuador, a un par de millas del puerto de Gotemburgo, de noche, lloviendo y nevando. del lunes Anécdota 10.11.1946:
Me pidió que le fuera a comprar un vestido muy particular, que fuera negro, de terciopelo, manga larga y que le llegara hasta los pies. Encontrar un vestido así en una ciudad en donde se comía un huevo a la semana y 250 gramos de comida al mes, resultaba complejo. Pero encontré cinco vestidos con esas características y uno de ellos le quedó perfecto. Fue el que usó en la entrega de los premios. Yo no fui a la ceremonia, pero esa fue mi manera de estar allí. Días después, en el negocio donde compré el vestido pusieron la foto de la Gabriela y escribieron: Aquí se vendió el vestido de la Premio Nobel de Literatura’. Y a mi me regalaron un ramo de flores, lo que en Estocolmo, en diciembre, es como regalar un diamante.
Gabriela Mistral estuvo cerca de un mes en Suecia. Las universidades le solicitaban charlas, los embajadores querían conocer a la primera latinoamericana en ganar el galardón y la prensa potenciaba su fama. Pero, a no ser que fuese realmente importante, Gabriela no salía del Gran Hotel de Estocolmo. Jamás quiso comprar más ropa que ese vestido negro de terciopelo. Un día, cerca de las tres de la tarde, nublado y oscuro, salió al balcón de su habitación. Miró al cielo y le dijo a Beritta: «Parece que el sol nunca sale en Estocolmo».
En 1946 se casó con el diplomático chileno Francisco José Oyarzún (1918–2003).
Bibliografía
Son sus memorias, bajo el título de Gift med en främling (Casada con un extraño, 2011)
Luis Miranda Valderrama: «Los desconocidos días de la Mistral en Estocolmo» (El Mercurio, diciembre 2008).