Revista hispano-escandinava (1933-1934)

Revista hispano-escandinava. Director: Carlos Oroz (junio 1933-1934, nrs. 1-7)
​Redacción y Administración: Birger Jarlgatan 44
España y América española.
Precio de la Suscripeión: Un ano: 35 pesetas o su equivalente.
Los suscritores pueden dirigirse a la Redacción de esta Revista para obtener toda clase de informes sobre los Países Escandinavos. Servicio gratuito.

DN, 17 junio 1933, 7.

Durante la II República destaca la publicación de la Revista Hispano-escandinava (1932-1933), patrocinada por el Embajador Julio López Oliván (Zaragoza, 24 mayo 1891 – Madrid, 1964), y dirigida por Carlos Oroz. López Oliván fue Embajador entre 1932-34. En esta foto lo vemos el 14 de abril de 1933 en la Legación de Estocolmo, rodeado de la «colonia española», con motivo del «segundo aniversario de la República Española».

López Oliván era un diplomático de carrera, nombrado por Manuel Azaña. La revista es una iniciativa que mezcla lo comercial (las páginas finales están llenas de anuncios y de noticias mercantiles de Suecia y de Noruega) y lo cultural (una parte de gran riqueza, que merece estudio aparte), con textos en español, en sueco, y en ambos idiomas, enfrentados. Hay anuncios del Centro de Estudios Históricos y la Universidad Internacional de Verano de Santander, los dos lugares a los que iban los estudiantes extranjeros para aprender español en la época.

La revista tiene un marcado carácter tradicionalista, propio de la imagen de España anterior al «boom» turístico. La España hidalga: El Greco, las cuevas de Altamira, los Reyes Católicos. Toda la imaginería del nacionalismo de Primo de Rivera y después del franquismo, está aquí. El turismo en esta época no es un turismo de masas, sino un turismo cultural de interior que se basa en la red de paradores nacionales, puesta en marcha por Miguel Primo de Rivera, para atraer al «turista casticista», que busca la España tradicional, alojándose en castillos, en la Sierra de Gredos, en los lugares de la España tradicional. Hay poco en esta publicación del impulso modernizador radical republicano, es decir, que casi toda ella está dentro de la modernización casticista de la época, que luego retomará el franquismo debido al colapso económico de 1959.

Las colaboraciones son muy variadas, y no falta la de Joaquín Herráiz, antiguo lector en Uppsala. La revista deja de publicarse en 1933, coincidiendo con las turbulencias políticas que llevan al triunfo de la CEDA en las elecciones de noviembre de 1933, y el nombramiento del nuevo embajador Alfonso Fiscowich y Gullón (1934-1936), representante de la nueva orientación del régimen.

En 1934 Carlos Oroz obtendrá la cátedra de español de la Universidad de Gotemburgo (recorte de La Vanguardia, 23 septiembre 1934, p. 23).

SvD, 16 junio 1933, 13.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *