Calderón de la Barca en el teatro sueco

La primera puesta en escena sueca de una obra de Calderón de la que tengo constancia es Den värdige medborgaren, eller Rättvisan är för alla (Svenske comiske theatern, 22 febrero 1789) 1, versión de El alcalde de Zalamea (1651). Hecha por de Didric Gabriel Björn (1757-1810) a partir de la versión francesa de Jean-Marie Collot d’Herbois (1750-1796) titulada Il y a bonne justice, ou le paysan magistrat.

En el siglo XIX se representó con el título de Domaren i Zalamea. El 25 de mayo de 1881 se representa en el Nya Teatern å Blasieholmen en traducción de E-K Axelsson, hecha sobre la versión alemana de Theodor Wehl (Der Richter von Zalamea, 1861).

Esta misma versión se puso en escena también en Åbo (Turku, Finlandia) en 1884 (cartel a la izquierda).

Livet en dröm (La vida es sueño, 1629–35). Till en del efter Wests tyska behandling. Fritt bearbetad af Fredrik August Dahlgren (Operan, 21 febrero 1867). Traducción de Curt Berg. Kungliga Dramatiska Teatern (1 noviembre 1927). Emisión radiofónica el 24 de mayo de 1931.

En cuanto a la traducción de Erik Blomberg. En la radio de Göteborg el 9 de junio de 1957. En Kungliga Dramatiska Teatern (1 diciembre 1967). En la radio de Helsingborg el 4 y el 8 de agosto de 1968. En TV-teatern (TV2) el 31 de marzo de 1976.

Hus med dubbel ingång (Casa con dos puertas 1629). Traducción de Hjalmar Gullberg e Ivar Harrie (Kungliga Dramatiska Teatern, 24 marzo 1950 y 10 mayo 1960.

Den Ståndaktige prinsen (El principe constante 1629). Traducción de Theodor Hagberg y K.A. Hagberg. Radio 24 maj 1931.

Spökdamen (La dama duende 1629). Traducción de Hjalmar Gullberg. Kungliga Dramatiska Teatern 6/11/1936. Emitida por radio el 18 de marzo de 1937.

La protestación de la fe (1656) es un auto sacramental de Calderón; se trata de una alegoría propagandística que se centra en torno a la abdicación de Cristina Vasa, presentada como una villana redimida y dispuesta a abrazar la fe verdadera, cuyo difunto padre Gustavo Adolfo vuelve a ser demonizado.

  1. «El ciudadano digno, o la justicia es para todos»

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