Amigo de Sorolla, el fotógrafo danés afincado en España Christian Franzen compartió con el pintor la pasión por la fotografía. Sorolla llegó a trabajar como iluminador, coloreando fotos. Sorolla empleó siempre la fotografía como herramienta, tanto para sus obras como de testimonio documental del propio proceso artístico. Era algo que tenía en común con ciertos impresionistas, que como él, supieron sacar partido de la tecnología al servicio del arte.
En este retrato vemos a Frazen fotografiándonos a nosotros con una de esas cámaras de la época. Es como si el fotógrafo nos mirase desde siglos atrás. En ese sentido hay que destacar la influencia de Velázquez en la obra del artista, que también jugaba con el espacio real del espectador y el del retratado, en el espacio fingido del lienzo.